Las jornadas que bajo este nombre se celebraron el pasado 19 de julio, en el Silo de Orce y que han congregado a una veintena de personas, planteaban un reto que no era pequeño: poner sobre la mesa el problema de las aguas residuales para buscar alternativas que puedan adaptarse a cada población y a los recursos disponibles de cada Ayuntamiento.

Así, a lo largo de la mañana, los objetivos que se imponían el GDR del Altiplano de Granada y la Asociación Contrato de río alto Guadiana Menor al organizar estas jornadas sobre depuración en pequeñas poblaciones se fueron desarrollando poco a poco.

En primer lugar, la visita a la depuradora de Orce sirvió para dar cuenta, a través de la explicación del alcalde, José Ramón Martínez, de la experiencia del Ayuntamiento al conseguir formar parte del proceso de diseño gracias a su insistencia y a llevar avanzado un trabajo previo con los técnicos de la Diputación. Ese trabajo conjunto de colaboración entre personal técnico sobre el terreno y personal más experto ajeno a la depuradora, y las pequeñas modificaciones que se han visto necesarias con la experiencia, son las que han permitido que esta depuradora haya funcionado ininterrumpidamente desde el año 2000, en que se puso en marcha, con personal propio y con buenos resultados generales.

A continuación, la intervención a dúo de Macarena López y Rafael Robles, del programa de mantenimiento y conservación de EDAR de la Diputación de Granada, puso aún más de relieve la importancia del trabajo coordinado con los Ayuntamientos a la hora de planificar las depuradoras, contando algunas experiencias negativas de infraestructuras que debido a su grado de automatización no pueden ser gestionadas con los recursos propios del Ayuntamiento pudiendo estar destinadas al fracaso. Así mismo, la exposición dejó claro que no hay soluciones mágicas ni únicas y que debe estudiarse caso por caso las características del agua residual de cada núcleo de población, siendo lo mejor, la combinación de tecnologías que mejor se adapte tras dicho estudio.

A última hora, las experiencias de Ana Arenas (Aguas de Guadix) con el humedal artificial de Belerda, Lucía López (Bioplast) con las Depuradoras compactas basadas en la tecnología de biodiscos diseñada por esta empresa de Cuevas del Campo, y José Antonio Moreno (Envirosuntec) con las depuradoras de infiltración con sistema de tratamiento biológico enviroseptic, también han despertado el interés de los asistentes debido a su posible uso no solo en pequeños núcleos poblacionales sino también como sistema de depuración distribuido en aquellas zonas en las que la agrupación de vertidos es excesivamente complicada o se encarece demasiado.

El amplio espacio de debate que se ha producido durante toda la jornada ha permitido plantear interesantes y diversos temas. Así pues, se ha puesto sobre la mesa, la necesidad de un apoyo económico adicional por parte de las diputaciones y la administración autonómica a las pequeñas poblaciones para el mantenimiento y la gestión de las depuradoras, especialmente en las zonas protegidas. Se ha señalado la importancia del uso del agua tratada para la recarga de acuíferos. Se han introducido las consecuencias que una excesiva regulación del uso del agua reutilizada provoca, desde provocar que regantes con concesiones renuncien a las mismas por la imposibilidad de abordar los proyectos, hasta necesitar vigilancia para evitar el boicot a depuradoras para poder usar el agua residual antes de su depuración.  

Pero sobre todo, lo que más se ha evidenciado durante toda la mañana ha sido la necesidad de un canal de coordinación entre la Junta de Andalucía como entidad planificadora y los Ayuntamientos que recibirán las instalaciones, así como una mejora en la agilidad administrativa de la CHG a la hora de establecer los permisos de vertido. Y aunque ha habido un compromiso por parte de la Diputación como entidad consultada en los procesos, de trasladar el malestar que dicha disfunción supone, se ha pedido ir más allá hacia la constitución de una mesa de coordinación de la que formen parte los Ayuntamientos afectados y los pequeños núcleos poblacionales que representan y en la que el territorio pueda establecer una política coordinada. En este sentido se ha ofrecido la Asociación Contrato de Río como catalizadora de establecer los contactos y servir de pegamento tal y como se ha hecho con la organización de estas jornadas en la que tanto se ha compartido.