Ayer celebramos nuestra décima conferencia de nuestro Ciclo “Altiplano Unido por el Agua”, con la sesión “El agua es vida para todo el mundo: empecemos por el Altiplano de Granada” con 34 participantes.
Nuestro cartel ayer tenía un nivel difícil de superar y fue Josefina Maestu Unturbe, del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, la encargada de presentar en primer lugar una charla sobre “El modelo del Libro Verde como modelo de participación.”
Josefina nos contó con qué filosofía empezaron a trabajar sobre el modelo del Libro Verde. Partían de unos objetivos muy ambiciosos y quisieron hacer un diagnóstico sobre el sistema de gobernanza. Querían incorporar a ciudadanos y a expertos y que se promoviera el debate y se propusieran iniciativas. Se trataba de activar la “inteligencia colectiva”, nos contó Maestu.
Los procesos participativos nos ayudan a fomentar la cultura de la corresponsabilidad.
¿Qué han hecho? Empezaron por revisar dónde estaban las propuestas de gobernanza. Presentaron los documentos y solicitaron qué aportaciones podían hacer en la gestión del agua.
Se hizo documento resumen y se organizaron 15 foros territoriales en todo el país. En paralelo, iban documentando todas las propuestas que surgían. Estos foros tenían unas determinadas características. Dejaban claro que era un proceso para debatir y que había reglas: de lealtad, apertura, información y transparencia. Así evolucionaron y pasaron a conseguir 11 propuestas de los foros territoriales con reformas de calado.
A partir de lo que surgió de ese trabajo contrataron a 11 expertos para pedirles informes acotados a esas propuestas. Ahora deben iniciar la segunda ronda de consultas.
Tienen también una mesa con los operadores de agua. “Es necesario que la Administración cambie para entender mejor las necesidades de la ciudadanía”, explicaba Josefina.
También nos habló de las enseñanzas que adquirieron, como que es necesario el apoyo institucional para estos procesos de gobernanza.
“Es importante que nos escuchemos los unos a los otros, así entenderemos mejor las distintas posiciones. En gobernanza es importante basarnos en principios, no en posiciones.”
Los trabajos técnicos deben dar respuesta a las necesidades planteadas.
Después siguió Mónica Sastre y nos habló sobre “Gobernanza del Agua en el Altiplano de Granada: retos y oportunidades”.
El objetivo de la gobernanza es crear un marco institucional capaz de adaptarse a una realidad en constante cambio.
Se trata de dotar a las instituciones de herramientas y capacidad para dar respuesta al cambio climático.
Las funciones de la gobernanza son:
- Identificar objetivos y prioridades de las políticas del agua.
- Movilizar recursos humanos, financieros e institucionales para alcanzar los objetivos.
- Desarrollar marco regulatorio y normativo.
- Establecer mecanismos de implementación, seguimiento y evaluación.
Mónica destacó la estrategia “Altiplano Unido por el Agua” como elemento enriquecedor.
Aquí tenemos diferentes intereses hídricos. En primer lugar, la protección ambiental. En este territorio contamos con espacios naturales protegidos, como el Parque Natural Sierra de Castril. También comentó la importancia de la inminente declaración de nuestro territorio como parte del Geoparque de Granada.
Luego también nos habló sobre abastecimientos, riegos tradicionales, centrales hidroeléctricas y las explotaciones ganaderas intensivas.
Mónica se detuvo en el abastecimiento actual a Baza y de la situación de sequía.
“Ahora se abre una alternativa al trasvase del río Castril: captar desde un punto donde no se comprometa el caudal ecológico del río.” También es importante respetar el derecho de las comunidades de regantes históricas.
Por último, habló de las explotaciones porcinas y nos mostró un plano en el que se ubican éstas y planteó el posible conflicto que puede surgir con el Geoparque de Granada.
Y nuestra compañera Teresa Gómez-Pastrana clausuró la sesión hablando sobre “La importancia de la gobernanza del agua para visibilizar la voz del Altiplano de Granada”.
Teresa empezó explicando por qué es tan importante este proceso y quiso contextualizar lo que supone en un entorno rural como éste, del que tanto jóvenes como mujeres se están marchando. Existe una necesidad de agua en el territorio, pero no tenemos diagnósticos claros que nos indiquen los riesgos y amenazas a los que nos enfrentamos realmente para evitar un retroceso mayor del medio rural social, económico y medioambiental. Para ello, explicó que este proceso puede ser una herramienta para conseguir una visión común del territorio en esta temática con soluciones unitarias conseguidas en espacios comunes de escucha activa y diálogo. También nos contó que el cambio climático es un factor delicado aquí, y una buena gestión sostenible del agua puede ayudar a minimizar sus impactos.
Nuestra técnica explicó como en el proceso participativo de 2016 de la elaboración de la Estrategia de Desarrollo Local del Altiplano de Granada se concretó como un objetivo general crear: “iniciativas que contribuyan a una gestión del agua sostenible, eficiente, productiva y mitigadora de conflictos” en el territorio. Este objetivo surgió como uno de los temas más difíciles a enfrentarse el territorio, pero con una gran necesidad de afrontarlo. Para ello, se ha vuelto a apostar por procesos participativos basados en la participación activa de las personas como herramienta para conseguir soluciones viables para el Altiplano de Granada; y también se ha incorporado este proceso en un procedimiento administrativo mayor como es la generación de alegaciones en el Ciclo de Planificación Hidrológica del río Guadalquivir actualmente vigente.
El GDR cree en este tipo de procesos, por eso ha utilizado recursos propios para impulsar esta iniciativa.
Nuestra próxima cita, mañana jueves a las 19:00 horas, será la última del Ciclo de Conferencias “Altiplano Unido por el Agua” y nos hablarán sobre “¿Qué es un contrato de río? Conocemos la experiencia del río Matarraña”. Participarán Pedro Arrojo, Alberto Moragrega y José María Puyol.