Más de 100 agentes sociales del territorio han participado en los Grupos de Discusión del proyecto “Altiplano Unido por el Agua”

Tras finalizar la Fase de Información y Sensibilización con las videoconferencias por temáticas en las que expertos sobre distintas materias relacionadas con el Ciclo Integral del Agua nos expusieron cómo afecta la planificación hidrológica al Altiplano de Granada, el Grupo de Desarrollo Rural ha celebrado 13 Grupos de Discusión en los que más de 100 asistentes (de las comarcas de Baza y Huéscar) han puesto en común sus preocupaciones y propuestas sobre la gestión del agua en nuestro territorio.

A lo largo del mes de junio y julio en 11 videoconferencias, expertos de distintos ámbitos nos hablaron sobre cómo afecta la planificación hidrológica al Altiplano de Granada. Desde aspectos de planificación, legales, agrarios, ecológicos, sostenibles, turísticos, educativos, … y poniendo el acento en la sostenibilidad económica, social y ambiental, figuras de altísimo nivel nos aportaron distintas visiones para incrementar nuestro conocimiento sobre el ciclo integral del agua de forma que tengamos herramientas para definir y luchar por el futuro que queremos para este territorio.

Tras el Ciclo de Conferencias, durante el mes de julio y lo que llevamos de agosto, hemos celebrado 13 Grupos de Discusión, escuchando las opiniones e inquietudes de 114 asistentes de las comarcas de Baza y Huéscar con experiencia en diversos ámbitos relacionados con el uso y la gestión del agua en el territorio.

Como aspecto destacado nos quedamos con que los grupos de discusión han generado un espacio de encuentro y aportaciones para el futuro del Altiplano de Granada con un eje muy importante que lo une, el agua. La gente se ha escuchado mucho, aprendiendo de las experiencias de los demás y adquiriendo una gran confianza en el proceso. De la gran diversidad de perfiles: administración local, entidades públicas y privadas, comunidades de regantes, afectados por problemáticas relacionadas con el agua en el territorio, personal técnico municipal, especialistas expertos en numerosas temáticas de agua, investigadores, educadores medioambientales, … ha resultado una simbiosis muy interesante de la que podemos adelantar algunos aprendizajes.

El principal tema que se ha puesto de manifiesto ha sido la migración de los habitantes del territorio a las ciudades. Este éxodo, protagonizado mayoritariamente por las personas más jóvenes, impide un relevo generacional que mantenga el sector primario que ha sido siempre el motor principal del territorio. Para evitarlo se ha considerado la gestión sostenible e integral del recurso del agua adaptada a las necesidades del territorio motor determinante de desarrollo para la zona.

Estos grupos han abierto el debate sobre el modelo de desarrollo y la agricultura que necesitamos y deseamos en el territorio, alzándose la duda sobre cómo competir en un sistema pensado para premiar la máxima productividad, independientemente de su valor y calidad, sin huecos para los pequeños y medianos productores, con poca tendencia en la zona al comercio de cercanía y la inexistencia de redes de distribución local…  En este paradigma hay que hablar también sobre los regadíos tradicionales, cuyo valor va más allá de la producción que generan (de supervivencia mayormente) y que tiene que ver con el mantenimiento de olivos milenarios, acequias históricas, sistemas de riego antiguos, y ecosistemas naturales, biodiversidad y especies endémicas, recarga de acuíferos, absorción de CO2, etc.. que no se consideran para nada en el modelo productivista y extractivista actual y que están en peligro de desaparecer.

Otra de las preocupaciones que se han puesto sobre la mesa es la de la minusvaloración que se hace de la figura del agricultor. Es necesario no solo recuperar la importancia de su papel en la sociedad y en ese sentido valorar adecuadamente sus productos, sino también invertir en educación, en investigación y en planificación para que las explotaciones agrarias puedan ser sostenibles, con consumos de agua adecuados al territorio, y cultivos que se vendan adecuadamente y den una rentabilidad suficiente para mantener una explotación y un trabajo digno para todos los que trabajan en ella que al final es el objetivo de cualquiera.

El mantenimiento de los regadíos tradicionales, las infraestructuras históricas y los manejos del agua que permitieron que sostuvieran y crearan ecosistemas durante cientos de años, también ha surgido como elemento común. Las dificultades para mantener las acequias, la desaparición del acequiero, la falta de cultura sobre el mantenimiento de las acequias próximas a cada parcela, e incluso los inconvenientes de las parcelas vacías para que el sistema de acequias tradicional funcione, también ha sido un elemento de reflexión. Explorar ideas como la de crear una marca propia de calidad del territorio para la producción tradicional, o la propuesta de integrar tecnología moderna en los riegos secundarios mientras se mantienen las redes de acequias principales rehabilitándolas, han sido algunas cuestiones que se han puesto sobre la mesa.

En último lugar, se echa de menos una mayor presencia en los órganos de gestión de la Confederación y el desconocimiento de su funcionamiento. No se conoce cómo ni porqué de las medidas y decisiones que se toman aplicables al territorio.

Asimismo, se han celebrado 7 entrevistas y una triangulación de expertos sobre “Agua, energía y grandes infraestructuras”.

Durante lo que resta del mes de agosto vamos a trabajar en el análisis de toda la información que ha surgido y en su conexión con la Fundación Nueva Cultura del Agua, para obtener un buen diagnóstico del territorio orientado a concretar en el mes de septiembre alegaciones conjuntas que reúna estas visiones en aspectos concretos para el Plan Hidrológico del Guadalquivir.

Desde aquí, queremos dar las gracias a todos y a todas los participantes por su implicación en el desarrollo del Informe Conjunto Final de la Fundación Nueva Cultura del Agua y en las Alegaciones Específicas al Plan Hidrológico del Guadalquivir para nuestro territorio.

Si quieres participar, no dudes en ponerte en contacto con nosotr@s (gdr@altiplanogranada.org) y recuerda que en septiembre volvemos con los grupos de trabajo.

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